Fragmentos del «ABOCADOR I: DARDOS Y SENTENCIAS» (02)

Segunda entrega de fragmentos del Abocador I.

  1. Recuerda: Allí donde vallas llevas tu conciencia contigo. No trates de ocultarte, pues siempre será el testigo más mordaz de tus actos.
  2. ¿Porque ese permanente malentendido entre tú y tu sombra?. Cuando ella se alarga tú te empequeñeces y a la inversa.
  3. Amigo, tú y el Diablo cohabitáis con la misma mujer. Si tú no la atiendes, él la calienta la cama para que otro la ocupe.
  4. Iba tan ufano con sus espolones ¡Pero resultaba grotesco verle caer a cada paso¡.
  5. Dios y el Diablo, las dos caras de una misma moneda.
  6. Se despidió de la vida con resignación. Pero le costó más despedirse de su orgullo.
  7. El peor enemigo del hombre es su miedo.
  8. Y se quiso hacer un abanico con retales de la noche.
  9. Y llevaba su culpa a cuestas como una joroba. Hasta que se hundió bajo el peso de su arrepentimiento.
  10. Si, al amigo necesitado tiéndele la mano. Pero ábrele también tu bolsillo.
  11. No desees la mujer ajena si no estás dispuesta a cederle la tuya.
  12. El hermano de tu hermano eres tú mismo. También el vecino de tu vecino. Obra en consecuencia.
  13. El pavor anida en los ojos de los vivos; aunque mantenga abiertos los de los muertos.
  14. Y se presentó ardiendo en su propio infierno.
  15. Más allá de la gloria está el desván.
  16. Si Dios es la zarza que arde sin consumirse; entonces, desconoce la segunda ley de la termodinámica.
  17. Como un toro se enfrentó a su destino, ciego por la cólera en busca de su muerte.
  18. En la música se recrea la emoción de las pasiones y se congela la pasión de las emociones.
  19. Soy demasiado fuerte para dejarme arrastrar por la tristeza, por eso reacciono con la cólera.
  20. Y decidió amar a Dios tanto como a sí mismo y llegó a ser santo.
  21. Todo hombre que se aprecié lleva un Dios dentro de sí.
  22. Y Dios se hizo hombre. Y se engendró en tu hermano.
  23. Ningún hombre necio tiene precio.
  24. La luz de Dios cegó a los hombres. Por eso él nos mandó a sus lazarillos, los sacerdotes. Pero hubiera sido mejor para nosotros que fuera opaco.
  25. El hombre solo es libre de aceptar sus cadenas.
  26. Somos presos de nuestra ignorancia, pero la sabiduría solo nos otorga la libertad condicional.
  27. Y pensaba en Dios cuando deseaba su cuerpo. Para adorarlo. “El místico de la carne”.
  28. Para mantener el fuego del infierno se requiere una energía eterna. Esta inmensa fuente de energía solo la puede proporcionar el odio cristiano.
  29. Es imposible mantener el infierno ardiendo eternamente sin infligir las Leyes de la Termodinámica. Está claro que Dios es un ignorante en cuestiones físicas.
  30. Las injurias son como los bumerangs, recaen sobre las conciencias de quienes las profirieron.
  31. Afila tus opiniones cuanto quieras, pero cuida que su corte no se vuelva contra ti.
  32. ¿Vives como un caracol encerrado en tu miedo y arrastrando tus miserias ?
  33. Si queréis un secreto, oídme: “Cuando ya no hay fe el único recurso es hacer de agitador”.
  34. Como Pulgarcito marcaba el camino del cielo con las migajas de su caridad.
  35. Si quieres saber lo que vales pesa tu alma y multiplícala por su valor.
  36. Entre carboneros: ¿Que será eso del racismo?
  37. Y vinieron los sacerdotes y parcelaron el cielo. Y como el negocio era próspero se pusieron además a vender indulgencias.
  38. Celosos del valor de los ateos se inventaron un juez supremo, para decretar su embargo y ruina eterna.
  39. Y cuando Mahoma se cansó de ir a las colinas mandó que las excavadoras las allanaran. !Bendito tesón de todos los taumaturgos¡
  40. Si tu orgullo te precede sé precavido en tus pasos.
  41. Usaba la cruz como espada. Y como escudo todo un ejército de condenados con penas de excomunión.

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